Es cierto, el amor mueve el mundo.
24 de junio de 2012
Evité tus piedras porque no me allanaste el camino
Permites que vaya caminando torpemente, tropezando, subiendo
las cuestas, arañándome los brazos con las zarzas, pasando por encima del lodo,
salpicándome hasta los ojos. Hasta que mis rodillas se resientan, mis piernas
estén cansadas, mis brazos llenos de cortes y me falte el aliento. Será entonces
cuando daré media vuelta, me daré por vencida y cambiaré de camino. Lloraré el
primer tramo por haber sido incapaz y después de caminar un largo rato me daré
cuenta de que, en realidad, me dejé la
piel intentándolo. Seguiré caminando, pensando que evité tus piedras porque no
me allanaste el camino.
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wow!!! bellisima manera de contarlo...beso
ResponderEliminarEsa conclusión última...El resumen de mil batallas. No es buena señal estar nadando a contracorriente.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un abrazo!